
ANTONIO MACIÁ.
“El olfato es el sentido que solo se destaca cuando funciona mal, pero como es el menos explorado, es donde más campo hay para recorrer.”
@world.of.holistic.architecture
Una de tus muchas facetas se plasma en un despacho de arquitectura singular, ¿Cómo surge WOHA?
De cambios. Necesitamos un nuevo espacio de trabajo y ese espacio apareció y era una planta baja. Hay también otra cosa que en paralelo ocurrió, y es una cosa no buscada pero que también ocurrió, justo cuando se produjo ese cambio del estudio clásico al de ahora, llegó la crisis y se produjo un conflicto en el que hasta ese momento habíamos estado haciendo proyectos, unos interesantes porque eran edificios públicos pero muchos otros que no eran tan interesantes, era un trabajo para un promotor, unas viviendas que tenían su interés hasta cierto punto, pero llegó un momento en el que quizá por toda la vorágine de la crisis, en este caso antes de la crisis, se llegó a un extremo en el que el arquitecto no tenía ningún tipo de poder de decisión ni nada, o sea era una persona que simplemente filmaba unos planos y si podía ir poco a la obra mejor.
Entonces ahí se creó como un conflicto y aprovechando la crisis, mi socio se jubila y yo renuncio a todos los proyectos, todos, me quedo a cero, a cero entre comillas porque yo seguía dando clase en la universidad y eso me permite que junto con el local en planta baja cambie la forma de trabajar.
Vamos a trabajar en un espacio en planta baja que tenemos, vamos a mostrarlo, vamos primero a tener un espacio donde se pueda trabajar cómodamente y que sea un espacio que permita lo que queremos hacer a nivel de proyecto y segundo vamos a mostrarlo, vamos a mostrarlo a la gente que pasa y por eso es importante una planta baja, fue una casualidad, pero esa casualidad nos permitió ayudar a la transformación de la visión de los proyectos de arquitectura.
Sí es cierto que desde el principio la preocupación de que el proyecto estaba hecho para las personas eso siempre ha existido, pero se pasa de tratarlo de una manera como clásica entre comillas a una manera mucho más libre, mucho más abierta y donde no hay ninguna temática prohibida.
Entendiendo que no te planteas volver al formato anterior.
No, porque claro cuando pruebas una cosa que te hace sentir bien, no quieres dejarla, entonces la época del planteamiento clásico estuvo bien en unos momentos y mal en otros, pero es la que fue en aquel momento y nada, pues bien, pero en el momento en el que dejas de disfrutar de lo que estás haciendo, necesitas modificarlo y cambiarlo y alterarlo.
Entonces, claro, llegas y después de un periodo de transición también, entre un estudio y otro, un periodo de transición, en el que dices, todo lo que estoy haciendo, lo estoy disfrutando, y todo lo que se hace en el estudio está asociado también a la investigación, y está asociado a trabajar en los bordes, y todo lo que haces lo disfrutas, sea pequeñito o sea grande. Entonces, si lo disfrutas y estás trabajando y estás disfrutando del trabajo, pues no lo cambias.
Muchos de estos experimentos y de estos trabajos con la percepción tienen que ver con las investigaciones que estás haciendo sobre la neuroarquitectura, y esa vinculación con la universidad que también planteas siempre, tienen que ver también con el desarrollo del máster en neuroarquitectura que estás haciendo, ¿qué caminos esperas explorar en este máster? ¿Y cómo esperas que se retroalimente con tu trabajo profesional?
Aquí hay un campo inexplorado, enorme, amplísimo. Hace poco estaba viendo una de las charlas de aprender del BBVA, en la que un físico teórico y neurocientífico. Es argentino y se llama Rodrigo Quian Quiroga y dice, yo empecé trabajando como físico. teórico. Después pasé a ser neurólogo, neurocientífico. ¿Por qué me quedo con la neurociencia? Porque si estuviera en el principio del siglo XX, me quedaría como físico. Porque era cuando estaba explotando toda la física. Ahora me quedo con la neurociencia porque es el momento en el que está explotando la neurociencia y está abriendo unos caminos enormes.
Entonces, el hecho de tener, trabajar desde lo profesional en hacer proyectos que tengan que ver con la percepción y con las personas hace que eso es la parte profesional. Pero como contábamos al principio, lo interesante es tocar muchos campos. Claro, si tienes la posibilidad de estar en la universidad como personal que investiga, pues vamos a investigar en esa línea también. Para investigar en esa línea, se necesita primero formar equipos de gente que realmente sepa y que trabaje con evidencia científica y no trabaje simplemente con intuición, que la intuición también está bien, pero no solo con intuición, y entonces se montan grupos de gente que trabajen este ámbito.
Bien, ya está montado un grupito de gente, y ahora qué. Pero eso no sirve para investigar ni sirve para hacer nada. Por lo tanto, hay que dar un pasito más. El pasito más es intentar abrir el campo de la docencia universitaria en esta materia. Y, bueno, pues, junto con Ana Monviedro y con Alba Méndez, nos plantamos en el despacho del vice rector de estudios de la Universidad de Alicante, le dijimos, esto no existe en España, ¿por qué no lo lanzamos? ¿no? Y nos dijo, no sé muy bien de qué me estás hablando pero adelante.
Entonces lanzamos el máster, empezamos a trabajar a principios del año pasado, un trabajo enorme, montar un máster 600 horas en un año de docencia, y, bueno, finalmente se montó, salió el período de matriculación en junio. Ahora, en este momento, se están dando las clases, se ha superado con creces el mínimo de alumnos, de alumnas, en este caso, pero son casi todas alumnas, y bueno, estaba avanzando.
¿Qué ha permitido el dar docencia en esta materia?
Insisto, es el primero de España, el segundo de Europa, y el primero a nivel mundial castellano, que vaya apareciendo más peticiones, más peticiones, y la diputación de Guipúzcoa nos llama para hablar de este tema, la Universidad de Cádiz, también está hablando de este tema, llaman para hablar de este tema y todo se va haciendo cada vez más amplio, hasta el punto de que se da el salto a la investigación.
El salto a la investigación se hace precisamente con la seguridad que da una base docente como el master y que puede dar a determinadas empresas que quieran investigar en esa materia. En este momento hace un mes, iniciamos un proyecto de investigación de un año sobre centros educativos en los que aplicar la materia de la neurociencia. Con lo cual recuerdo todo este camino para llegar a que con grupos de investigación y con investigación se consigue sacar o papers o resultados de investigación que tiene su la transferencia de conocimiento a la realidad y entonces esa transferencia de conocimiento es la que se aplica en los proyectos que lo vamos a hacer nosotros, pero lo mejor de todo es una transferencia de conocimiento que queda ahí y la puede utilizar quien quiera porque está abierta dentro de la red científica.
Hablamos de que esta frase del sector del “no sé qué me estás hablando” está muy extendida cuando se hablaba de estos proyectos. En el CTAA hicimos un curso hace un año y nos costó explicarlo mucho con Ana precisamente pero una vez que vino fue fantástica y es uno de los más exitosos que hemos tenido, pero sí que percibimos que está dejando de ser tan desconocido y ya aparece hasta en los podcasts más mainstream y entiendo que las empresas son las primeras que están dando el paso, están entrando que eso es importante.
Y eso que es solamente el principio, estamos en el principio del principio pero sí que en el momento en el que empresas y estudios también de arquitectura entienden que lo que el arquitecto está haciendo toda la vida que es diseñar espacios jugando con estímulos, jugar con la luz, jugar con la materialidad, jugar con el color, jugar con la forma, jugar con espacios abiertos, jugar con la vegetación, está jugando con estímulos y lo ha hecho toda la vida y lo ha hecho a lo largo de la historia y lo ha hecho generalmente desde la intuición, que insisto no está mal, o sea la intuición, lo decía el neurólogo Antonio Dalmasio, portugués, aparece del conocimiento, es decir que no es algo peyorativo, pero en el momento en el que ya no solamente el arquitecto entiende que puede trabajar con intuición, sino que puede trabajar con evidencia, pues claro, se abre un campo enorme, porque todos esos ingredientes de propios de la arquitectura clásica se pueden poner al servicio de las personas con control, con lo cual es lo que comentaba antes, es decir, en vez de meter la luz de una determinada forma en un espacio, esa forma de meter la luz en ese espacio se hace para que la gente la perciba.
Si aprendes y conoces cómo se percibe, tú tienes más herramientas para diseñar, entonces no se trata también de que todos los arquitectos ahora se pongan a estudiar en neurociencia, sino de que en los equipos la empiecen a trabajar gente especialistas en neurociencia. Por eso, en esta investigación que os comentaba ahora intervienen. psicólogos intervienen, médicos, docentes, arquitectos, hasta la empresa constructora.
Y también, como planteabas, esta nueva forma de entender el proceso de diseño, aunque vaya por una vía paralela al diseño tradicional, el final es el mismo, sacar un objeto o un espacio o un ambiente, tú además estás trabajando con ese concepto de prolongar, el arquitecto no termina con la construcción del edificio, sino que además estás experimentando esta idea de continuar el proyecto con un perfume, qué habla del edificio, y es seguramente el sentido menos trabajado en la arquitectura, porque hoy en día la arquitectura es 100% visual, con redes sociales, con imágenes que pasan rápido y que si tienes tiempo de analizarla, que nunca sabes hasta qué punto son 100% reales, el tacto, el confort, pero el olfato sí es como si fuera difícil de transmitir, de comunicar, me interesa saber cómo diseñas un perfume basando en un proyecto tuyo.
Hay una cosa que además lo has comentado, es así, o sea el olfato es de todos los sentidos el menos conocido y el menos valorado y como que es el último de todos, pero por eso lo hace interesante, porque es el menos explorado, con lo cual es el que hay más campo para recorrer.
Es un sentido que solo se destaca cuando funciona mal, ¿no? Claro, solo te llaman cuando huele mal.
Eso es, es como que si aparentemente, en comparación con otros sentidos, si pierdes otros sentidos, hay como un trauma, o entiendes que hay un trauma en tu forma de vivir, pero si el olfato es como que bueno, pues mira, no hueles determinadas cosas, tampoco te cambia la vida, luego vemos que no es del todo cierto, pero es como el menos valorado, pero como es el menos valorado y el menos explorado es donde más campo hay para recorrer y menos gente hay trabajando sobre él.
Eso, aunque sea un paréntesis, ocurrió también cuando yo empecé en la docencia en la universidad, ¿no? Yo empecé en aquel momento en el año 97. Se planteó la posibilidad de dar docencia en proyectos arquitectónicos o en estructuras. Yo era libre de elegir. Claro, lo más cómodo hubiera sido elegir proyectos arquitectónicos, que es lo que está valorado, es lo que más repercusión tiene, pero es donde más hay. Y también donde más conflictos puede haber.
Sin embargo, en el campo de las estructuras, dentro de la arquitectura, es como el patito feo, ¿no? Pero aquí hay un campo, enorme para recorrer. Pues con el olfato es igual, cuando tú haces un proyecto, es difícil entender cómo puede existir relación entre olfato y proyecto, pero si se ve el proyecto como el conjunto de acciones que haces, de estímulos que pones para que la persona que lo habita los perciba y en consecuencia su cuerpo responda, pues el olfato es uno más, es un estímulo más que tú estás introduciendo en la arquitectura, que el olfato a nivel de arquitectura o de espacio se ha utilizado principalmente en centros comerciales, en tiendas, con unos fines de marketing, pero se puede también actuar con el olfato en el espacio para otros fines que no sean marketing, sino sea simplemente la relación con la gente.
Entonces hay dos cosas, una cosa es el por qué los aromas, como relación con el espacio y con la persona, eso es uno, y luego el otro es cómo, ¿cuál es su proceso?. En cuanto al primero, el conocer por ejemplo la historia de las personas que van a habitar un espacio es fundamental para el olfato, porque como el olfato es el sentido que procesa directamente la información que le llega va directamente a la amígdala, la amígdala es quien procesa, es la parte del cerebro que procesa las emociones y está directamente asociada a los recuerdos, es decir, se pueden establecer conexiones con los recuerdos a través del olfato.
Entender la historia de la gente que va a habitar un espacio desde tiempo atrás es una forma de poder hacer que esa gente viaje en el tiempo, porque imaginaos que hay una persona que tiene un vínculo muy fuerte, con una serie de espacios o personas, lugares donde ha vivido en la infancia o en la niñez, que son yo qué sé, que huele a un cajón de madera antigua.
Entonces el hecho de introducir ese olor en ese espacio va a hacer que esa persona vuelva a esa época que es agradable. Eso es importante que es agradable, porque también se puede ir a una época que no es agradable. Es decir, si esa misma persona con ese mismo olor resulta que era un espacio donde la encerraban o la maltrataban, pues lógicamente le va a traer malos recuerdos.
Por lo tanto, es una forma de hacer entre comillas viajar en el tiempo a través de la memoria a las personas en un espacio donde vivan y por eso es importante conocer su historia para no evocarle recuerdos malos y sino recuerdos agradables. Y eso es un cuanto a cómo introducir el olfato en el proyecto.
Luego, el cómo un proyecto convertirlo en un perfume es un tema puramente creativo, de proceso creativo, porque el hecho de, además de lo que ya he comentado, hacer que el que exista como una versión distinta, con una visión distinta, una visión distinta de lo que tú has hecho, es hacer que en el proceso creativo de un proyecto, tus partes de, no sé, pues cualquiera de los proyectos, de alguna que sea, cada uno tendrá los suyos.
Cuando alguien se pone a hacer un proyecto, cada uno con sus procesos y con sus formas de trabajar, todas son válidas, ha tenido que tener en cuenta una serie de condiciones, ya sean de tipo funcional, de tipo económico, de tipo de entorno, de tipo intelectual, de lo que sea, y con todo eso ha ido arrancando y ha ido elaborando un proyecto que luego se ha construido, o se ha fabricado, o se ha quedado sin fabricar y construir.
Lo interesante era ver de qué manera un profesional del olfato, como es un perfumista, interpreta lo mismo que el arquitecto ha utilizado para hacer su proyecto. Entonces, el hecho de coger y decir, mira, señor perfumista, aquí están todos los condicionantes y todos los parámetros que he utilizado para hacer este proyecto. Tómalos. Ahora, coge tu camino y desarrolla tu trabajo, y sale el perfume. Ese perfume es la visión de una persona externa relacionada con el olfato, de tu proyecto.
Me interesa mucho saber cómo reaccionan tus clientes cuando les presentas el perfume de su hogar. Al olerlo, ¿reconocen su propia vivienda? Además, ¿tú mismo reconoces tu proyecto en la fragancia?
Sí, primero el cliente o los usuarios, porque en este momento tenemos desarrollado dos perfumes. El primero tiene que ver con un espacio público, por lo tanto, hay muchos usuarios, y el segundo es de unas oficinas que sí que tiene un cliente concreto. En el primero de los casos, los clientes cuando lo huelen, si saben, si yo les digo antes: “Este tiene que ver con este proyecto, que es un jardín vertical de mucho verde,…” Bueno, pues enseguida lo reconocen, pero eso no tiene mucho valor porque ya les has dicho antes de que va. Lo interesante es cuando lo huelen y te cuentan lo que han olido.
Esto yo lo puse a experimentar hace mes y medio en la escuela de San Sebastián, dando una charla, y me llevé los dos perfumes, y no les dije nada a los alumnos. Les dije: “Oled el primero. ¿Esto a dónde va?”. Y me contestaron: “A vegetación. A vegetación y además densa”. Esto es porque la composición de ese perfume tiene mucho verde, tiene mucha resina de árbol y tiene algunos aspectos que tienen una componente, el pachuli, que da sensación de estar oliendo raíces. Entonces, lógicamente, no sabían que se trataba de un jardín vertical, pero sí dijeron que tenía que ver con la vegetación, vegetación densa y vegetación que huele mucho.
Y el segundo, es una oficina, hay un cliente. Claro, cuando al cliente se lo dices, no entiende nada. “No entiendo nada. Pero ¿qué estás contando? ¿Tú eres arquitecto? ¿Qué estás contando?”. Luego, cuando lo explicas, lo entienden. Y entonces, se ven tan, tan, tan metidos en el proyecto que, bueno, son capaces, sin ser, seguramente, de reconocerlo todo. Pero sí que, con ese segundo, como son las oficinas que están al lado de las salinas de Santa Pola, el proyecto en sí tiene mucha madera. Y está al lado de las salinas, con lo cual huele muy salado.
En ese entorno se encuentra una gasolinera, con lo cual huele a combustible. Entonces, el perfumista, a la hora de interpretar todo lo que nosotros tuvimos en cuenta en el proyecto, pues, él interpreta, que la parte salada es muy importante, y lo introduce como componente, como nota, la nota de la parte salada. Son las partes fundamentales de un perfume, lo que son los aceites o las moléculas, e introduce un extractor natural de alga Fucus, que es muy salada. Además utiliza dos tipos de cedro, también natural, un cedro de Atlas y otro de Virginia que cuando lo huele es el tapiz de cedro, y un poquito de una molécula que recuerda a la gasolina, pero muy poquito porque eso puede romper el perfume por completo.
Bueno, pues con eso, a estos alumnos de San Sebastián, cuando les di a ver el segundo perfume, al rededor del 40% dijeron: “Esto huele salado, esto huele a algas”. No sabían, lógicamente, de qué proyectos se trataba, y el resto de alumnos comentaban: “Esto huele a la madera”. Es decir, que lógicamente, sería imposible relacionar un perfume con un proyecto concreto si no lo conoces, pero sí que te lleva al entorno y a lo que son las intenciones, que en este caso, el perfumista busca y que nosotros buscamos en el proyecto, que era un edificio en un entorno de mar en el que se utiliza mucha madera.
Este proyecto del que hablabas también es, en mi opinión, de los más paradigmáticos, de los proyectos y los subproyectos de pequeñas piezas que todas en sí son muy interesantes, y para mí, creo que son extraordinarias. Pero sobre todo funcionan muy bien en conjunto, y partes que si las ves por separado costaría entenderlas, cuando las ves funcionando, la verdad que encaja muy bien.
Efectivamente, eso es cierto porque es como una aglomeración aparentemente loca de cosas, de materiales totalmente contrapuestos, algo loco, pero efectivamente cuando están todos juntos ahí se trabaja bien.
Y una pregunta concreta. Hemos visto que se utilizan los perfumes para sintetizar las intenciones del proyecto y traer recuerdos para añadirlos como otro elemento del mismo proyecto. ¿Cuál es el siguiente paso en la evolución de esta práctica? ¿Cuál es la finalidad? ¿Cómo un recuerdo, una síntesis o un elemento más del proyecto de una entrega, más directo más allá de los planos, o ese perfume después se usa en esos espacios?
Ese perfume se usa de manera para, se puede utilizar para los espacios o para uso personal, para llevarlo puesto ¿no?
Hay una cosa que es importante, el hecho de por qué hacerlo. A mí me interesa trabajar esa parte creativa. Vale, ya lo hemos hecho, ya tenemos aquí el resultado, ¿y por qué comercializarlo? ¿Por qué hacerlo?
¿Por qué no? Es decir, ¿cuántas veces los arquitectos diseñamos una cantidad de cosas específicas en los proyectos y se quedan ahí y bueno, pero tú lo has hecho, lo has trabajado, diséñalo, y si te lo copian, te lo copian, pero tú diséñalo.
Entonces aquí tiene que ver con el hecho de que el olfato es uno de los sentidos más desconocidos y que la relación entre la arquitectura y el olfato es nula. Entonces es una forma de divulgar sobre ese tema y salir fuera del ámbito de la arquitectura para que gente que no es del ámbito de la arquitectura lo vaya viendo, lo vaya entendiendo y lo vaya disfrutando, ¿no?.
Y como todo ese proceso de proyecto no tiene promotor. Necesitamos buscar financiación para desarrollar el proyecto. Entonces nosotros nos convertimos en auto promotores de ese proyecto, sacándolo al mercado, obteniendo un dinero que invertir en el proyecto.
Para concluir, ¿qué consejo le darías a los jóvenes estudiantes, considerando el panorama actual del sector? ¿Les recomienda seguir tu camino o explorar nuevas vías?
Que no se cierren caminos, es decir, cuando terminan de estudiar, están todavía en periodo de formación. Han acabado un superior universitario y empiezan su parte profesional. Lo primero, y eso además, en las clases se lo comento mucho a los alumnos sobre todo en el último año de grado, que trabajen y que intenten trabajar en lo que les gusta.
Eso es lo primero, no siempre va a ser posible, pero que intenten trabajar en el campo que les gusta, porque si realmente les gusta se esforzarán mucho más allá de lo que ellos creen que son capaces para llegar a conseguirlo.
No siempre se puede conseguir y no es nada fácil, pero eso es lo primero. Ahora, lo siguiente es que trabajen con una amplitud de miras enorme, que no se cierren puertas, que no se cierren a nada, porque seguro que el hecho de explorar muchos campos les va a abrir, lógicamente, eso es algo como una consecuencia directa, les puede abrir más salidas profesionales.
Después, cuando han cogido esa salida profesional o han visto por dónde pueden ir, que se especialicen, que no todo el mundo tiene que hacer de todo y ni tiene que abarcarlo todo, ni nada. Tiene que haber gente como trabajamos nosotros que intentamos tocar muchas cosas, pero también tiene que haber gente que sea especialista en esos temas que cada uno toca.
Tiene que haber un poco variedad en todo. Entonces, que intenten trabajar en lo que les gusta, que serán más eficientes y disfrutaran más, que no se cierren a los campos, que los exploren y que, cuando encuentren el camino, que se especialicen.
Una última pregunta más. ¿A qué huele WOHA?
A verde. A vegetación. A vegetación, porque al final la vegetación es, como antes he dicho, un material vivo. Y la vegetación está asociada al confort a nivel acústico, está asociado a la calidad del aire que se respira. Por lo tanto, eso tiene una simplificación en la persona a la hora de estar y trabajar, porque tiene una componente térmica, porque tiene una componente estética, porque tiene una componente volumétrica, porque tiene color… Huele a verde.