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Nos vamos a África, mi continente favorito.

 La llaman mamá África porque allí la conexión con la tierra te abraza como una madre nutricia, no te deja indiferente y si conectas con ella, será un amor para siempre.

El  Norte de África se siente igual que el resto del continente.

Llegamos allí con prisas, con ruido, con la rápida inercia que nos arrastra en nuestro cotidiano.

Aterrizamos con prejuicios iniciales y miedos sin fundamento a lo desconocido, rígidos…

La amabilidad y hospitalidad de sus gentes te lleva a cuestionarte si alguna vez has hecho algo parecido en tu lugar de origen.

Cuando visitas la haima de un bereber nómada y su alegría te recorre de arriba abajo, nunca más te lamentarás de lo que te falta.

La calma, el sosiego y la fe en los procesos de la vida de sus habitantes nos conecta con algo mucho más grande que nostros….”Insha’Allah “, lo vas a escuchar muchas veces, lo dicen con el corazón. Al escucharlo, te invade una serena confianza en todo lo que acontece, y lo que está por venir. Sueltas el control y dejas de estar alerta…

 Comienza el embrujo africano…

Es entonces cuando te trasladas a otros tiempos, y tocas con las manos la tierra de sus kasbahs y te pierdes en sus valles de palmeras, ya no hay vuelta atrás, te estás enamorando…

Y en la primera puesta de Sol en las dunas, y la primera noche bajo la vía láctea, mostrándose como nunca ante ti…no quieres volver al asfalto.

 El único sonido,  el latido de tu corazón.

 Sucedió…amarás para siempre esta tierra.

 Evidente mi pasión por África y la arquitectura  de tierra

Anhelo de corazón que este viaje sea un antes y un después, que dejemos todo atrás y conectemos allí con nuestros arquitectos ancestrales y su vínculo a la Tierra.

Si lo sentís, ¿qué tal si nos llevamos libretas y lápices?, y nos permitimos dibujar , por el puro placer de dibujar, sería bonito al final, hacer un pequeño cuaderno de viajes, con distintas miradas de un mismo lugar.

Listos para  sentirnos, salvajemente libres y ligeros.

Que nuestra vocación al servicio de los demás, lejos de las normas que nos constriñen y limitan, crezca en creatividad y sensibilidad  exponencialmente, y volvamos a casa, no como turistas, sino viajeros en el tiempo que han recordado cómo construir con lo que la tierra nos regala.

Con todo mi cariño.

María Jesús Mora

 

Fila 0. Donación solidaria Gala 26 oct 2022